Ceremonia de inauguración del Instituto de Éticas Aplicadas UC

El multitudinario acto académico contó con la presencia de la filósofa Adela Cortina, quien expuso sobre “La misión de las éticas aplicadas en la universidad del siglo XXI”, sumándose a las palabras del rector Ignacio Sánchez sobre los desafíos del Instituto y a la reflexión del director del IEA UC, profesor Juan Larraín, sobre la relación entre confianza pública y ética universitaria.

El Salón de Honor de la Casa Central de la Pontificia Universidad Católica de Chile acogió la mañana del 22 de mayo, presencialmente, a una audiencia de más de 200 personas, que copó su capacidad máxima, para participar en la ceremonia de inauguración oficial del Instituto de Éticas Aplicadas UC (IEA UC). Además, un público numeroso siguió y comentó el acto a través del canal de YouTube del Instituto y en redes sociales.

En la actividad participaron el Rector Ignacio Sánchez, el director del Instituto de Éticas Aplicadas UC, profesor Juan Larraín, y, como oradora internacional, la académica Adela Cortina. Entre los asistentes se contó con autoridades universitarias, académicos, investigadores, profesionales y estudiantes, además de invitados especiales.

Adela Cortina, profesora emérita de Ética y Filosofía Política de la Universidad de Valencia, España, dio una aclamada conferencia sobre “La misión de las éticas aplicadas en la universidad del siglo XXI”. La renombrada filósofa y experta en ética aplicada estuvo en Chile invitada por la Academia Chilena de Ciencias Sociales, Políticas y Morales, a la que fue incorporada como Académica Honoraria.

Ante una atenta y numerosa audiencia, Cortina destacó la importancia social de la ética y la necesidad de reconocerle su capacidad de empoderar a las personas para optar por “una vida buena”, más allá de tan solo considerarla como una disciplina que impone restricciones. Relevó también la idea de la “suma positiva”, que refiere a la posibilidad de aportar a partir del diálogo entre aproximaciones éticas diversas, por ejemplo, entre la ética cristiana y la ética secular, que es lo propio de una sociedad pluralista del siglo XXI.

Hablando de las dimensiones de una ética general universitaria y la importancia de la interdisciplina, aseguró que “no hay un solo problema en la universidad que se pueda resolver desde una única disciplina”, haciendo así un llamado a buscar la interdisciplinariedad. En ese sentido, subrayó la relevancia de la vinculación de una ética universitaria con las éticas aplicadas de distintas disciplinas, tanto científicas como humanistas, poniendo énfasis en que “hay que intentar buscar conjuntamente la verdad” y “poner todo nuestro saber al servicio de las personas”.

Terminada la exposición, la profesora Cortina pudo interactuar con los asistentes a la inauguración del Instituto de Éticas Aplicadas respondiendo a preguntas formuladas desde la audiencia.

IEA UC: un espacio destacado para la interdisciplina

El Rector de la Universidad Católica, Ignacio Sánchez, resaltó al inicio de la ceremonia que “el Instituto aporta y ofrece un espacio destacado para desarrollar la interdisciplina como innovación académica. La naturaleza propia de la ética aplicada requiere un trabajo interdisciplinario, tanto en docencia como en investigación. De ahí que el Instituto de Éticas Aplicadas incluya a toda la Universidad Católica y busque contribuir a la reflexión y el quehacer ético práctico, tanto dentro como fuera de la casa de estudios, con un foco en el pensar y también en el hacer”.

Concluyó que “la deliberación ética debe ser un hábito y una característica de nuestros estudiantes, académicos, profesionales, funcionarios y de la comunidad en su conjunto. Ya lo ha señalado nuestra destacada invitada, profesora Adela Cortina, ‘la ética empodera a las personas, les da fuerza para llevar adelante una vida buena’. Eso queremos para nuestros profesionales, para nuestros estudiantes, para nuestra comunidad, que desde una vida buena seamos, también, un real aporte a una sociedad buena y de futuro”.

Confianza y ética universitaria

A continuación, el director del IEA UC, Juan Larraín, invitó a los asistentes a reflexionar sobre la relación entre una ética universitaria y la confianza. “Qué duda cabe que hoy vivimos una gran crisis de confianza. La ciudadanía tiene una gran desconfianza en la mayoría de las instituciones, pero es interesante destacar que dentro de ese contexto las personas muestran cierta confianza en las universidades”, aseguró el profesor Larraín, enfatizando que “esta confianza implica una enorme responsabilidad, es un capital que debemos cultivar y cuidar como un verdadero tesoro, ya que es un recurso fundamental para poder cumplir con nuestra misión”.

Finalizó destacando que “desde el Instituto nos proponemos trabajar para desarrollar una ética de la investigación, promoviendo activamente una epistemología social en conjunto con una epistemología de la virtud (…) El desarrollo y compromiso con estos dos tipos de epistemología nos permitiría potenciar la integridad de la investigación y, por ende, la ética universitaria de forma de mantener y fortalecer la confianza en las instituciones universitarias”.

Te invitamos a leer el discurso completo del director del Instituto de Éticas Aplicadas UC, Juan Larraín.

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