La ética en la evaluación de impacto de las políticas públicas
“Evaluación de impacto y su relación con temas éticos” se tituló la ponencia de septiembre de Jeanne Lafortune, académica del Instituto de Economía UC y codirectora científica J-PAL LAC, en el Ciclo de Conferencias en Éticas Aplicadas 2024, del Instituto de Éticas Aplicadas UC. “Personalmente creo que una de las maneras más importantes como la […]
“Evaluación de impacto y su relación con temas éticos” se tituló la ponencia de septiembre de Jeanne Lafortune, académica del Instituto de Economía UC y codirectora científica J-PAL LAC, en el Ciclo de Conferencias en Éticas Aplicadas 2024, del Instituto de Éticas Aplicadas UC.
“Personalmente creo que una de las maneras más importantes como la investigación en ciencias sociales de los últimos 30 o 40 años ha podido impactar las políticas públicas es realizando evaluaciones de programas. Ellas claramente pueden generar oportunidades para el diseño de esas políticas, pero también van a levantar temas éticos”, comenzó aclarando Jeanne Lafortune.
Desde esa premisa, la académica se enfocó en dos aspectos principales, el eventual rol ético de la evaluación de impacto en las políticas públicas y los temas éticos que surgen a partir de este tipo de evaluaciones.
¿Por qué medir el impacto?
Según explicó la profesora y economista, existen varios propósitos para medir el impacto de un programa: saber si la política pública es costo-efectiva, si hay componentes del programa que tienen más impacto que otros, exponer nuevas ideas y programas, descubrir beneficios no planificados o que el programa tiene efectos secundarios, entre otros.
“Con esto, no quiero decir que el impacto debería ser el único criterio bajo el cual determinar si una política pública es buena. Se puede querer orientar recursos y mostrar preocupación por un grupo o tema específico de tal manera que no importe el impacto, pero a nivel político es necesario mostrar que ese grupo o esa causa importan, y eso se hace vía la implementación de programas”, señaló Lafortune,
Agregó que también puede haber razones éticas para no implementar un programa que se estima va a tener un impacto positivo. “Toda la gente que quiere hacer su evaluación de impacto está convencida de que su programa es un aporte, pero es posible que el efecto sea negativo. En ese caso, surge la pregunta más fundamental acerca de si es una falta de ética seguir gastando recursos en programas que no tienen el impacto esperado”, explicó.
El aporte desde el mundo académico
Jeanne Lafortune apuntó en la ponencia que existe en el campo de las políticas públicas el problema de no querer aprender, y sostuvo que la evaluación de impacto no puede obligar a mirar la realidad y ni decir cuál es la consecuencia de no considerarla.
“Es súper importante pensar si no es mejor tener pocos estudios de buena calidad que muchos estudios que no nos permiten calcular bien el impacto de un programa. Y una de las cosas que no hacemos suficiente, como cuerpo académico, es transformar las lecciones que obtenemos de nuestras evaluaciones de impacto en un bien público”, destacó.
Concluyó su exposición señalando que “la evaluación de impacto se justifica cuando hay constancia de que es ético hacerla y cuando no tenemos suficiente aprendizaje sobre esa misma pregunta. Por lo tanto, nuestro rol como universidad es capacitar al mundo y difundir mejor lo que sabemos”.
Jeanne Lafortune
Jeanne Lafortune es Ph.D. en Economía por el Massachusetts Institute of Technology (MIT). Se desempeña como profesora titular en el Instituto de Economía de la Universidad Católica. Además, es codirectora científica del centro de investigación J-PAL LAC.
Es docente e investigadora especialista en economía laboral, economía de la familia y economía del desarrollo. Ha sido profesora asistente en la University of Maryland-College Park y en el MIT. Sus papers se han publicado en importantes revistas académicas, como American Economic Journal, Journal of Policy Analysis and Management y American Economic Review, entre otras.