Inteligencia artificial con rostro humano
La académica del Instituto de Éticas Aplicadas UC en cargo compartido con el Instituto de Ingeniería Matemática y Computacional (IMC UC) e investigadora del Centro Nacional de Inteligencia Artificial (Cenia), Gabriela Arriagada Bruneau, publicó la reflexión “Inteligencia artificial con rostro humano”, en el sitio web de Una reflexión semanal de la Universidad Católica y el Arzobispado de Santiago. Arriagada destaca en la publicación que, en un mundo marcado […]

La académica del Instituto de Éticas Aplicadas UC en cargo compartido con el Instituto de Ingeniería Matemática y Computacional (IMC UC) e investigadora del Centro Nacional de Inteligencia Artificial (Cenia), Gabriela Arriagada Bruneau, publicó la reflexión “Inteligencia artificial con rostro humano”, en el sitio web de Una reflexión semanal de la Universidad Católica y el Arzobispado de Santiago.
Arriagada destaca en la publicación que, en un mundo marcado por vertiginosos avances tecnológicos, donde la inteligencia artificial (IA) crece y se expande, es necesario detenerse y, con prudencia, preguntarse si su llegada representa un verdadero bien para cada persona y para la sociedad en su conjunto.
“La IA no es solo un conjunto de herramientas: implica modelos de sociedad. No actúa por sí misma; es diseñada, entrenada y utilizada por personas, dentro de sistemas que con frecuencia reproducen desigualdad, exclusión o anonimato. Por eso, la tecnología necesita ser iluminada por la fe cristiana, que nos impulsa a evaluarla y contextualizarla desde lo esencial: ¿nos ayuda la IA a vivir con más justicia y esperanza?”, señala.
Finaliza destacando que “en tiempos de decisiones automatizadas, el llamado es a vivir una ética de la presencia y del encuentro: mirar, escuchar, cuidar. Solo así la IA podrá potenciar lo humano, en lugar de sustituirlo o distorsionarlo, y hacerlo con justicia, humildad y sentido. Ser prudentes con la IA no es rechazarla, sino formular las preguntas necesarias: ¿quién queda fuera cuando un algoritmo decide?, ¿qué voces no fueron escuchadas al diseñarlo?, ¿cómo evitar que la eficiencia oculte el sufrimiento de los últimos? Estas preguntas nos invitan a no delegar en una máquina lo que es propio del corazón humano: el amor a uno mismo y al prójimo”.
Una reflexión semanal
La publicación busca entregar un mensaje de esperanza desde distintas comunidades académicas de universidades católicas del país, para todos los miembros de la Iglesia.
Abordando temáticas desde la mirada de las distintas experiencias y disciplinas de docentes, pretende ser un aporte en temas relevantes para la conversación y reflexión al interior de la familia, de la comunidad de Iglesia y de la sociedad.
Invitamos a leer la reflexión completa de la profesora Arriagada en Una reflexión semanal.